Las manchas solares aparecen, crecen, cambian de aspecto y luego desaparecen tras una vida media de unas dos semanas. Además, suelen aparecer por parejas. Eso se debe a que entre ambos puntos se generan intensos campos magnéticos. Comúnmente se genera primero uno de los puntos y, a posteriori, con algunos días de diferencia, aparece el otro punto. Los campos magnéticos que dominan estas manchas solares siguen creciendo y retorciéndose a medida esta sigue su ciclo natural pudiendo, en ocasiones, producir explosiones repentinas de energía, también llamadas fulguraciones solares/estelares.
Estas fulguraciones pueden llegar a ser peligrosas ya que liberan una gran cantidad de radiación al espacio, tanta que podría llegar a interferir las comunicaciones de la Tierra; incluso dañar equipos electrónicos. Pero, si os parece bien, hablaremos de todo esto en otro momento, pues este “peligroso” evento astronómico también me sirvió como modelo para una de las armas más temidas del Gobierno Galáctico. El crucero Ipher.
Para concluir con este artículo os diré que las manchas solares son muy comunes y es habitual que una estrella como la nuestra tenga varias a lo largo de la semana. Si queréis contemplarlas podéis hacerlo con equipos astronómicos apropiados, nunca intentéis mirarlas sin los filtros solares adecuados y en buenas condiciones. Y, si no disponéis de ellos os pongo a continuación la pagina del SOHO (Solar and Heliospheric Observatory) donde podéis contemplar nuestro sol y su actividad; podréis contemplar las manchas solares actuales, las imágenes al aplicarle varios filtros diferentes, descargar algunas imágenes o conocer la densidad y velocidad del viento solar.
Espero que este pequeño artículo os haya parecido interesante y, si queréis conocer qué tienen que ver las manchas solares con Una estrella en el horizonte, os invito a que le echéis un vistazo. Solo os diré que al final tienen más importancia de la que uno puede pensar en un principio.
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