Tras hablar sobre el tiempo en mi anterior artículo, hoy os he querido traer algo muy curioso que se encuentra entre la “realidad” y la ficción. La Esfera de Dyson es una estructura artificial de escala astronómica capaz de cubrir una estrella en su totalidad para así aprovechar toda la energía lumínica y térmica del astro. Esta hipotética construcción fue propuesta en 1960 por el físico Freeman Dyson en un artículo publicado en la revista Science titulado: “ Búsqueda de fuentes estelares artificiales de radiación infrarroja ”.
Aunque el científico no se centra en cómo se debería realizar la construcción de dicha mega-estructura, sí que habla de las propiedades que tendría dicha construcción y anuncia que deberíamos buscar tales características en el espacio para detectar así civilizaciones avanzadas.
Si os preguntáis, ¿qué representaría una Esfera de Dyson para una civilización? La verdad es que es algo que casi no podemos ni imaginar pues estamos hablando de aprovechar la energía del sol en su totalidad. Sería un salto tecnológico gigantesco y, seguramente, representaría el inicio de una era de exploración espacial.
A nosotros como especie aún nos falta mucho para poder llegar a plantearnos una idea como esta pues estamos hablando de crear una estructura alrededor de nuestro Sol a una distancia estacionaria (para que se mantenga en su lugar y no sea atraída por la propia gravedad solar); y debemos recordar que solo nuestro astro es tan grande que en su interior podrían caber 1,3 millones de Tierras. Así que deberíamos desmantelar un planeta, sí, así como suena, desmantelarlo, para crear esta estructura artificial.
En un principio se consideraba que la Esfera sería una envoltura completamente sólida alrededor del astro pero esta podría no ser la mejor forma de cubrirlo pues sería vulnerable a cualquier tipo de impacto, pudiendo provocar un colapso en toda la estructura. Por lo que la idea que más se baraja actualmente es la construcción de millones de paneles orbitales, llamado Enjambre de Dyson, que recolectarían la energía del Sol y luego la dirigirían hacia un punto determinado.
Como podéis suponer, este tipo de construcción ha despertado la imaginación de muchos de nosotros y esta tecnología ha aparecido en novelas, cómics y alguna que otra película. Pero, ahora viene la pregunta interesante: ¿Cuán hipotético es todo esto?
La comunidad científica lo considera un escenario lo suficientemente realista como para que haya un proyecto que estudia el cosmos en busca de señales de radiación infrarrojas emitidas por objetos compuestos por los materiales de los que estaría formado una construcción de este tipo. Si queréis algunos datos, deciros que se han descubierto 17 señales “ambiguas” que podrían corresponder a este tipo de construcción; aunque ninguna se ha podido confirmar.
Así que ya veis, a veces la realidad y la ficción no difieren tanto una de la otra y, quién sabe, puede que dentro de muchos años no solo podamos ser capaces de crear algo como esto, sino que también descubramos que no somos los únicos capaces de hacerlo. Espero que os haya gustado este artículo y nos vemos en el siguiente.
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