Para continuar con nuestro protagonista, debo decir que no es el héroe que podríamos considerar, ni siquiera un antihéroe como tal. Lo considero más una persona normal, del montón, que otra cosa. Robinette es alguien soso, perezoso, mujeriego, despreocupado y cobarde. Es un inútil que vive aterrado y que, en algunas ocasiones huirá hacia delante. A lo largo del libro lo veremos aterrado ante la idea de subirse a una nave y realizar una misión mientras que en otros momentos recurrirá a las misiones para poder evitar la confrontación con otros personajes. Es alguien pobre que viaja a Pórtico con la idea de conseguir un dinero. Pero, si la misión representa ser algo peligroso, preferirá no realizarla. Como digo, es un personaje que, aunque podamos odiarle por cómo actúa, podemos llegar a sentir compasión por él, podemos llegar a entender sus motivos y podemos, de alguna manera, que es alguien real.
De la misma manera, el resto de los personajes también están bien construidos. Y, aunque no llegamos a conocerlos tanto como a Rob, los diálogos están bien construidos y son ágiles de leer.
En referencia al mundo que Pohl ha creado, debo admitir que me gusta mucho. Me parece interesante la idea de la construcción alienígena y la incapacidad de la humanidad para entender dicha tecnología, habiendo que arriesgar la vida para tratar de conseguir nueva información u objetos que puedan servir para la evolución de la humanidad. Entiendo el sistema de exploración que se ha creado a su alrededor y a la gente desesperada viajando hasta allí para tratar de conseguir dinero y labrarse una nueva vida. Me parece verosímil y creíble.
Por otro lado, es cierto que no se hace mucha mención a la propia tecnología Hechee, pero eso también tiene su encanto. Al fin y al cabo, los humanos no saben cómo se usan las naves o no son siquiera entienden cómo funciona la cabina de control al completo ni cómo se usan los mandos.
En cuanto al ritmo de la novela, decir que está bien elaborado y que los cambios que tiene le van como anillo al dedo. En algunos momentos podemos notar como el ritmo se ralentiza, dándonos una sensación de pesadez, de desesperación por parte del protagonista que intenta decidir qué hacer con su vida y que se mueve sin rumbo por Pórtico. Pues, como queda bien claro con las descripciones, en ese lugar no hay otra cosa que hacer que las misiones. Es un asteroide completamente vacío donde o festejas tus éxitos, te emborrachas y tienes sexo o vuelves hecho añicos dentro de una nave y son los de la limpieza los que acuden con una manguera.
Creo que no me equivoco al decir que somos muchos los lectores que también les gustaría disfrutar de algo más de acción, de ver algún viaje más o de conocer más acerca de lo que sucede en Pórtico y en los viajes que se realizan cada día. Pero, tal y como decía antes, la historia no va de eso. La historia se centra Robinette, en lo que ve, en lo que siente y en lo que vive.
Para terminar, me gustaría hacer una mención al final del libro. Para ser sincero, lo primero que pienso cuando hablo de Pórtico es de ese final, luego ya puedo ir sacando el resto de la historia, pero lo primero que viene a mi mente es su final. Así que ya os podéis imaginar lo que me impactó. Seguramente a no todo el mundo le guste. Pero me pareció algo muy bueno y una manera muy curiosa de acabar la novela.
Dicho todo esto, no puedo si no recomendar la novela. Se lee bastante rápido, los personajes son naturales, el mundo donde se mueven está bien construido y, también es misterioso al tener toda esa tecnología alienígena alrededor. No se trata de una novela de viajes por el espacio y de aventuras, tal y como puede parecer al principio, pero estoy seguro que el viaje que realizaréis con ella os va a gustar o, al menos, o va a dejar una leve resonancia.
Dicho esto, nos vemos en el próximo Entre Lecturas
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