Había visto esta novela en varias ocasiones, pero nunca le había prestado atención. La portada no me llamaba en absoluto (la versión nueva es, francamente, aburrida y sosa. La que os he subido es una de las antiguas) y, por consiguiente, no me había parado a leer su sinopsis. (Un día deberíamos hablar de lo importante que es una buena portada para el éxito de un libro). No ha sido hasta después, que he estado escribiendo los artículos de los premios Hugo
y Nebula, cuando he sentido curiosidad por este libro.
Y doy gracias por que mi sentido arácnido me haya dicho que debía echarle un vistazo.
William Mandela es un soldado en una guerra interestelar contra un enemigo alienígena incomprensible e invencible. Pero su prueba más grande será cuando regrese a casa. La relatividad significa que por cada unos meses de servicio, han pasado siglos en la Tierra, aislando a los combatientes cada vez más del mundo por cuyo futuro están luchando.
Por desgracia esta es la única descripción que hay en el libro (otra cosa de la que podríamos hablar; de la importancia de una buena descripción).
Aún así, fue mi propia imaginación la que hizo querer saber qué sucedía. Pensé en las posibilidades y en cómo podría ser una guerra con esa dilatación temporal. Y, curiosamente, lo que me topé, fue un libro con una trama original y con bastantes tecnicismos científicos.
Y es que son muchas las novelas militares o relacionadas con la guerra dentro de la ciencia ficción y las space opera, siempre es un tema que se puede explotar. Pero, en este caso, también tenemos una parte de “hard scifi”
en la narrativa con todas las descripciones de los conceptos físicos, de la gravedad y relatividad, de los artefactos y las armas que usan los humanos, etc.
A pesar de ello, estos componentes no rompen o desequilibran la historia, al contrario, le dan algo más de profundidad.
Una profundidad que a veces se echa en falta; y es que, aunque hay partes muy interesantes, como las descripciones del futuro que el autor ha visto o las propias ideas de Mandela y de cómo este ve la guerra, faltan algunos detalles importantes en el argumento. Podríamos hablar del reclutamiento de los soldados o de su reenganche una vez han terminado su período militar, de las órdenes vagas y confusas o, incluso de la promiscuidad dentro de las propias tropas.
Otro punto a destacar y creo que es de los que más brillan en la historia es la manera en que Haldeman narra las acciones y la vida de Mandela y de los soldados.
No hay duda de que este usó el libro para poder sacar mucho de lo que vivió en la guerra. Pues el autor fue veterano de la guerra de Vietnam y, conociendo eso y leyendo algunas de las descripciones de los ataques y de las muertes podemos tener una pequeña visión de lo que tuvo que vivir este. La importancia de la caballería durante los ataques, el tener que acabar de combatir de pie en tierra y, finalmente, recurrir a los más simples sistemas de guerra para acabar con los enemigos. Todo ello sin contar con el cinismo con el que trata a la propia raza humana, mostrándonos las atrocidades y lo que somos capaces de hacer cuando nos dan un arma y un enemigo.
Todo este conjunto de vivencias y combates nos lleva a nosotros, como lectores, a olvidarnos de algunos puntos importantes, creyendo a pies juntillas lo que leemos y sin llegar a plantearnos las preguntas más importantes de todas: ¿Por qué están haciendo esto? ¿Lo que estoy leyendo es realmente así? ¿Tiene sentido realmente? Y es que, una vez más, el final de la novela nos deja con una imagen que, a pesar del tiempo que ha pasado, aún podemos verla y entenderla a día hoy. Unos motivos y unas ideas que, por desgracia, no están tan alejados de lo que Haldeman vio y pensó en su momento.
Dicho todo esto, no me queda otra cosa que recomendar la novela.
Como digo, no le había prestado atención debido a esa descripción y a esa portada, pero doy gracias de haber estado preparando estos artículos para caer y descubrir esta novela tan interesante y que no solo habla de la ciencia ficción y de eventos científicos, si no que presenta y habla un problema concreto como la guerra, los veteranos y la acción de los gobiernos, mostrándonos las inquietudes de un hombre que aún son completamente válidas a día de hoy. Así que, si aún no habías caído en sus garras, dejaos seducir y uníos para luchar a favor de la humanidad, o así es como os lo dirá el panfleto de reclutamiento.
Nos vemos en el próximo Entre Lecturas