¿En qué creen los aeshan? Revisando la novela El príncipe de la venganza
En el artículo de hoy os voy a hablar con más profundidad acerca de la religión dentro de la sociedad aeshan. Para todos aquellos que habéis leído
El príncipe de la venganza habréis podido comprobar que, a pesar de ser una raza que ha llegado a colonizar y terraformar un planeta entero, siguen manteniendo la religión y la creencia en los dioses como uno de sus pilares. ¿Cómo es posible?
Lo primero es que la religión aeshan se ha visto modificada a lo largo de los miles de años que lleva acompañando a los aeshan en su vida diaria. Y, además, esta ha sufrido un cambio radical con los últimos avances científicos y las corrientes de pensamientos.
Aún así, lo primero que debemos hacer es hablar del pasado, del antiguo credo y de cómo surgió.
Como cualquier religión, surgió ante la necesidad de dar explicaciones a las cosas del día a día y a las preguntas trascendentales que poco a poco fueron haciéndose los primeros habitantes de Temun. En este caso, la Madre y el Padre surgieron ante la pregunta original: ¿Cómo surgió el universo y por qué estamos aquí?
A lo que los primeros aeshan respondieron:
Dene, o más conocida como la Madre, tentó a Esann, conocido como el Padre, y de esta unión surgió el universo. Las galaxias, las estrellas y los planetas iniciaron su danza estelar mientras la vida se abría paso a lo largo del cosmos y surgían los aeshan. La Madre y el Padre, al ver aquel pueblo, decidieron crear todo un panteón de dioses menores para que fueran sus protectores y guías. Todo ello con el fin de que los aeshan, algún día, pudieran llegar a sentarse junto a ellos.
A sus ojos, el Padre se consideró como el creador del cielo y las estrellas mientras que la Madre quedó como la creadora del hogar de los aeshan, del amor y de la familia.
En cuanto a los dioses menores, estos tuvieron mucha importancia durante los primeros dos mil años pero, a medida que la civilización iba evolucionando y se avanzaba científicamente, esos dioses iban desapareciendo aunque aún a dia de hoy se conserven algunos de sus nombres como pueden ser: Shozo, dios de la muerte y recolector de las almas, o Micia, diosa del agua y cuyo nombre también posee el océano que baña las costas más antiguas y cuna de la civilización aeshan.
De la misma manera, la creencia en el Padre y la Madre se iba difuminando pues los aeshan de la época comenzaban a pensar que la civilización ya había aguantado demasiado tiempo unas creencias prehistóricas.
Fue hace cuatro mil tanis cuando un teólogo y astrofísico llamado Kalte Neorg planteó unos nuevos dogmas que lo iban a cambiar todo. Esto fue lo que anunció:
- Que los dioses menores habían sido una invención de los aeshan para nombrar lo desconocido y comprender lo que sucedía a nuestro alrededor y emprender el desarrollo para seguir creciendo y evolucionando.
- Que la vida era demasiado compleja y tan bien organizada que no podía haberse creado por si sola.
- De la misma manera, el Surgimiento del Universo no podía haberse originado sin más, algo debía haber sucedido, por lo que eso implicaba la participación de alguien.
Y, para terminar, planteó un supuesto que a todos tomó por sorpresa. Indicando que si un científico actual le hiciera un aeshan de la antigüedad, este creería que el científico es un dios todopoderoso, tal es la diferencia de pensamiento entre uno y otro individuo. Por lo que, acabó aquellos dogmas con el más revolucionario:
- Que la Madre y el Padre no son dioses, si no que son científicos con unos conocimientos y una tecnología tan superior que son capaces de crear este universo para los aeshan, estudiándolo todo desde un punto de vista externo y con la esperanza de que estos evolucionen hasta conseguir romper las barreras que ellos mismos crearon.
La teoría de Kalte comenzó a crecer en importancia pues, en aquellos momentos convulsos, se estaban realizando grandes avances científicos en astrofísica y en la comprensión del cosmos.
De la misma manera, los académicos de todas las naciones, que hasta el momento habían tratado de distanciarse de la religión, no solo vieron en aquella nueva corriente de pensamiento la manera de unir la creencia y la espiritualidad, si no que además les instaba a seguir haciendo avanzar a su civilización a base de la ciencia.
Pero, lo que hizo que todo cambiara realmente y los aeshan abrazaran esta nueva religión fue la propia muerte de Kalte a manos de los sectores más conservadores, quien habían visto un verdadero peligro a su Iglesia con aquellas nuevas creencias. Estos creyeron que así acabarían con el problema. Pero fue todo lo contrario. Kalte se transformó en un martir y se inició una batalla ideológica que llenó de sangre los laboratorios y templos hasta que los propias Familias tuvieron que interceder y condenar a los antiguos sacerdotes, aceptando aquella nueva visión del mundo que favorecía el avance de las naciones y los negocios.
[Y así es como los aeshan mataron a sus antiguos dioses, los destronaron y luego los elevaron a la cúspide de la vida y la ciencia. Transformándolos, simplemente, en unos seres más avanzados que nos instan a que les alcancemos rompiendo las cadenas de nuestra propia realidad.] Extracto de El príncipe de la venganza
Como veis, la civilización aeshan no solo ha evolucionado tecnológicamente, si no también en cuanto a sus creencias y su manera de ver el mundo. ¿Qué os ha parecido esta explicación? ¿Os ha resultado interesante? A nivel de creación, los orígenes de la religión aeshan pueden compararse a muchas otras religiones que conocemos a día de hoy, creando sus propios dioses menores para aclarar los puntos más desconocidos de la vida diaria al tiempo que con la evolución buscamos una manera de mantener esas creencias, alcanzando así una corriente que une la ciencia y la espiritualidad en una sola idea.
Dicho todo esto, si queréis saber más acerca de los aeshan y de las aventuras que corre Shata en pos de los culpables del atentato del Hoanzu, tenéis El príncipe de la venganza en Amazon.